Existen tres causas de las manchas durante el embarazo: los cambios hormonales, la genética y la exposición al sol. Todos estos factores puedes controlarlos siguiendo las recomendaciones de un dermatólogo, quien considera tanto los aspectos clínicos como cosméticos.
La hiperpigmentación o aumento en la producción de melanina durante el embarazo suele afectar a unas siete de cada 10 mujeres, según estudios realizados en España. Las manchas más visibles y que más incomodan a las mujeres son las del rostro conocidas como “paño del embarazo” y cuyo nombre científico es “cloasma”.
La protección solar debe intensificarse a partir del cuarto mes de gestación.
Sin embargo, las manchas también se presentan en otras áreas del cuerpo como el cuello, axilas, antebrazos, aréolas mamarias, periné, genitales, cara interna del muslo y línea media abdominal. Éstas evidencian claramente la causa hormonal y genética, siendo más frecuentes en personas de piel oscura.
La pigmentación en el cuerpo suele desvanecerse varios meses después del parto. No obstante, en el caso del rostro, las manchas pueden persistir debido a que se intensifican al entrar en contacto con los rayos UV. Las áreas más afectadas son la frente, las mejillas y el labio superior. Es por ello que si estás embarazada debes aplicarte todos los días un protector solar indicado por el dermatólogo, como primera medida de prevención.
¿Qué tratamiento se usan para las manchas del embarazo?
Aunque las manchas en el rostro causadas por el embarazo son benignas, sabemos que causan un efecto en la autoestima de la mujer, en especial si al final de la gestación la hiperpigmentación reaparecer como una reacción a la exposición del sol.
En algunos casos el problema puede mejorar con la aplicación de cremas para el tratamiento de manchas.

Los tratamientos con tecnología láser también son una buena opción, ya que tienen por objetivo destruir el tejido que alberga las células con mayor pigmento. Es importante recurrir a especialistas en dermatología cosmética que usen el tipo de láser apropiado y sepan manejarlo para evitar cicatrices que aumenten el problema.
La crioterapia, luz pulsada y peelings químicos también pueden ayudar a reducir el problema de cloasma.
Las manchas en el rostro pueden reaparecer si no se siguen medidas de prevención.
Prevenir es siempre mejor
Ya sea que estés en gestación o recurras a uno de los tratamientos mencionados para desvanecer las manchas después del embarazo, es muy importante que tengas en cuenta dos claves de la prevención: hidratación y protección solar.
Una buena hidratación, mediante la aplicación de cremas y la dieta adecuada, mejora y fortalece las condiciones de tu piel. Por su parte, la protección solar impide que los rayos UV penetren en el tejido, reflejándolos con filtros minerales, para evitar que tus células sean quemadas y se formen manchas.

Así como la aplicación de algunas lociones puede intensificar el proceso de hiperpigmentación como reacción al exponerse al sol, los cambios hormonales también provocan este efecto. Por ello es importante aplicar el protector solar todos los días y aún después de la gestación.
Recuerda que todo producto a usar debe ser aprobado por un especialista dermatólogo para evitar daños al desarrollo del bebé.